Desde hace meses hemos estado trabajando junto a EDILIZIA con el objetivo de implementar esta metodología para pasar de nuestro estado actual a un estado superador, que garantice que nuestros procesos, trabajos y tareas se realicen cada vez mejor. Es decir, que se logren realizar con más calidad, más rendimiento, más valor ganado, y a su vez, menos consumo de recursos y/o menos desperdicios.
El proceso de implementación BIM cuenta con un sistema compuesto por piezas que le otorgan orden y claridad, y que se deberán ejecutar en un plazo de 3 meses aproximadamente. De este modo se logran pequeños triunfos en el corto plazo, se corrigen desvíos y se consigue un aprendizaje con evaluaciones constantes.
Este proceso se irá repitiendo para poder alcanzar una mejora continua en todas nuestras tareas. Cada vez que se rehace el proceso, evolucionamos y se fortalece nuestra cultura de mejora continua en todo el grupo.
Cada logro que alcancemos será festejado por nosotros, lo que nos permitirá seguir consolidándonos como un equipo de personas unido que “flecha a flecha” se seguirá fortaleciendo.
Estas son las piezas que componen el sistema:
Filosofías
La filosofía como “pieza” existe en este sistema para contar y explicar a todos los protagonistas de la implementación las razones por las que se decide trabajar en busca de una mejora. Muchas veces se encuentran en empresas o grupos de trabajo personas que sólo cumplen consignas, pero no saben por qué las están cumpliendo. En este caso el sistema tratará siempre de evitar eso. Se sugiere que todos los participantes del equipo que lleva adelante la implementación de mejoras BIM sepan con claridad cuál es la motivación radical.
La descripción de la filosofía a utilizar en cada implementación la encontraremos cerca de la Misión, Visión, Valores y/o Formas de trabajo que persigue la organización o el profesional independiente que decide apostar al camino de evolución BIM. Pero es frecuente que esos conceptos se encuentren olvidados en las organizaciones, a veces sólo aparecen pegados en las paredes o en los sitios web. Hacer presente la pieza filosofía se convierte en una oportunidad para incorporar o refrescar las raíces de la cultura que la empresa pretende tener.
Metodologías
Esta pieza existe para detallar en particular qué métodos/procedimientos/sistemas se van a usar o comenzar a usar para conseguir la mejora buscada. Entendemos que el uso de una metodología en el plazo definido puede ser a la vez medio y fin de la implementación.
Herramientas
Para llevar adelante las tareas, lo más común es considerar herramientas tales como pizarrones, software, agendas, murales, etc. Las herramientas pueden ser tangibles e intangibles, físicas o virtuales. En general, las mismas metodologías a utilizar requieren o solicitan el uso de determinadas herramientas para hacer realidad los procesos.
Personas
La pieza aparece para detallar el equipo de trabajo que buscará la implementación de mejora BIM. Es conveniente listar sus nombres, apellidos, apodos y hacerlos bien visibles. Se pretende no sólo hacerlos protagonistas del cambio en las formas de trabajo, sino también que ese cambio se entienda y se difunda gracias a ellos. De esta forma, el equipo siente el proceso como propio y no como una imposición que recibieron.
Por otro lado, se recomienda que las personas estén ordenadas en un pequeño organigrama celular, se definan claramente roles con sus respectivas tareas y responsabilidades así queda claro como cada persona aportará su granito de arena en pos de lograr los objetivos de la implementación BIM.
Proyecto Piloto
Esta pieza, el proyecto piloto, es la que logra una implementación real. El día a día o el minuto a minuto disminuye a segundo plano procesos de investigación, desarrollo e implantación de mejoras cuando estos se tratan como en un laboratorio de ensayos o simulacros. Aquí la clave es detectar y elegir un proyecto piloto del listado de proyectos en ejecución. El éxito de la implementación REAL es poder incluir una mejora en las formas de trabajo que se vienen usando y a la vez lograr cumplir con los objetivos de un proyecto vendido a un tercero, de un proyecto en marcha y comprometido con un cliente externo.
Claro está que detectar en qué proyecto implementar determinadas mejoras requiere de alguien con buen conocimiento BIM, que haya transitado ya varios caminos. Si esa persona no existe en el equipo de trabajo, es conveniente pactar un asesoramiento externo mínimo para saber si se está yendo por un camino seguro con esperanzas en lograr los objetivos.
Las ventajas al implementar BIM en un proyecto productivo son muchas, como el ya mencionado “sentido de urgencia” que logra una motivación extra en las personas responsables del proyecto. Por otro lado, al ser exitosa una implementación puntual, queda a plena y viva luz que se puede y que sirve esforzarse, que la evolución fue real porque ya se usó en un proyecto ejecutivo bajo condiciones, entorno, circunstancias, cambios e incidentes reales. Y esto es así porque generalmente existe desconfianza cuando algo funciona en el laboratorio o simulacro bajo entornos controlados, que no escapan de críticas y frases como “acá es fácil implementar esa mejora porque todo funciona y no hay apuros ni urgencias ni imprevistos”.
Plan
La pieza de plan abarca dos importantes conceptos: PLANIFICACIÓN DE OBJETIVOS y PLANIFICACIÓN TEMPORAL.
Los objetivos deben ser definidos concretamente, posibles, exigentes y a corto plazo. Claro está que pueden obtenerse de un Master Plan de mediano o largo plazo, pero no es imprescindible que sea así. Sugerimos utilizar una metodología de planteamiento de objetivos como es la de OKRs, actualmente difundida en todo el mundo.
A partir de estos objetivos fijados, se puede hacer una planificación temporal de las actividades e hitos qué hay que ir cumpliendo en el trimestre para poder llegar al final del plazo con todos los objetivos alcanzados. No debe faltar saber quién es responsable de cada actividad e hito.
También es bueno iterar en el planteo de estas dos planificaciones. Más allá del orden sugerido, sabemos que los tiempos planificados pueden dar lugar a correcciones en el planteo de los objetivos, porque se plantearon holgados o demasiados ajustados. Así que iterar dos o tres veces sirve y de mucho para asegurar planes reales y factibles de cumplimiento.
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